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ISSN 2410-5708 / e-ISSN 2313-7215

Año 7 | Núm. 20 | pág. 22 - pág. 31 | octubre 2018 - enero 2019

http://www.faremcarazo.unan.edu.ni

La evaluación en el proceso de aprendizaje

Fecha de recepción: 23 de julio, 2019 / Fecha de aceptación: 14 de agosto, 2019

https://doi.org/10.5377/torreon.v7i20.8564

Dr. Ariel Briceño Moraga

Doctor en Gestión y Calidad de la Educación

UNAN-Managua

ariel.briceno70@gmail.com

Palabras clave: evaluación, enseñanza-aprendizaje, técnicas, instrumentos.

Resumen

La mayoría de las definiciones sobre evaluación se enmarcan en un patrón normativo, como un requisito formal con escaso o nulo valor pedagógico que no se plantea con un sentido constructivo, como una opción para revisar el proceso de enseñanza aprendizaje con el objetivo de valorarlos y tomar decisiones que contribuyan a mejorar dicho proceso.

El presente ensayo se basa en una indagación documental y la propia experiencia del autor que permite corroborar que, al tomar la evaluación como herramienta de reflexión del proceso de aprendizaje, permitirá que el estudiante puede de manera activa y consciente revisar y mejorar su propio proceso de aprendizaje.

Por tanto, la evaluación debe servir de ayuda para elevar la calidad del aprendizaje y aumentar el rendimiento de los estudiantes, es por ello que el docente debe seleccionar técnicas e instrumentos de evaluación que contribuyan a garantizar la construcción permanente del Aprendizaje.

Asimismo, es un instrumento que provee retroalimentación tanto al docente como al estudiante, lo que permite cambiar aspectos relacionados con la planificación y, especialmente, con el proceso de aprendizaje. En pocas palabras, la evaluación tiene sentido cuando mejora el proceso educativo.

En definitiva, un proceso de evaluación exitoso lo es en buena medida en tanto sus resultados se encuentren disponibles en el momento oportuno, para incidir en la toma de decisiones.

1. Introducción

El presente ensayo se basa en una indagación documental y la propia experiencia del autor que permite corroborar que, al tomar la evaluación como herramienta de reflexión del proceso de aprendizaje, - donde la curiosidad, el deseo, la búsqueda, la creatividad o análisis sean los ejes fundamentales,- permitirá al estudiante involucrarse en su propio proceso de aprendizaje y así podrá ver cuál será el camino que deberá emprender en adelante.

La Evaluación es, ante todo una práctica reflexiva propia del docente que no solo se limita al aspecto cognitivo del estudiante, sino que abarca todos los aspectos que intervienen en el proceso educativo y que cuenta con un conjunto de técnicas e instrumentos de evaluación del aprendizaje, que utiliza para tomar decisiones y mejorar los procesos.

En este sentido, los procedimientos reflexivos que se llevan a cabo cuando se toma una evaluación, conllevan procesos de retroalimentación o feedback, donde docente y estudiante consideren los procesos de apropiación de contenidos, de estrategias y habilidades que se han ido trabajando. Es decir, por una parte, permite revisar si la estrategia metodológica utilizada en el proceso de enseñanza ha sido correcta, pertinente, propicia, adecuada o, por el contrario, no ha consolidado el aprendizaje esperable; por otra, debe orientar al alumno y propiciarle ayuda suficiente como para reflexionar acerca de su propio proceso. La evaluación solo cobrará sentido si, a partir de ella, el estudiante puede de manera activa y consciente revisar y mejorar su propio proceso de aprendizaje.

La evaluación debe servir de ayuda para elevar la calidad del aprendizaje y aumentar el rendimiento de los estudiantes, es por ello que el docente debe seleccionar técnicas e instrumentos de evaluación que contribuyan a garantizar la construcción permanente del Aprendizaje.

En este contexto, la evaluación debe verse como una actividad permanente en el aula, dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje que fundamenta o impulsa la toma de decisiones, de manera que las decisiones que se deriven sean adecuadas.

2. Evaluación Educativa

Elola y Toranzos (2000) afirman que en todo proceso de evaluación se reconoce la presencia de ciertas componentes como: a)la búsqueda de indicios o pistas, ya sea a través de la observación o de otros medios que permitan obtener la información, b)la forma de registro y análisis de la información, a través de un conjunto variado de instrumentos y técnicas de análisis se registran estos indicios para llevar a cabo la tarea de evaluación, c) la construcción decriterios, elementos a partir de los cuales se puede establecer la comparación respecto del objeto de evaluación o de algunas características, d) eljuicio de valor, es el elemento central de toda acción evaluativa y el que articula y otorga sentido a los componentes definidos anteriormente y se refiere a la acción de juzgar, de emitir o formular juicios de valor, y e) latoma de decisiones, un componente inherente al proceso de evaluación y no siempre es tenido en cuenta por los tomadores de decisiones, por lo que se vuelve imprescindible tener presente el propósito que se persigue con la evaluación propuesta.

En este contexto, Tenbrink (2006) afirma que: “Evaluación es el proceso de obtener información y usarla para formar juicios que a su vez se utilizarán en la toma de decisiones” (p.22).

La evaluación educativa debe dirigirse a la totalidad del sistema, de la acción, del proceso educativo y de sus mismos protagonistas. En consecuencia, se volvieron aspectos posibles de evaluar: el aprendizaje de los estudiantes, las estrategias del docente, las cualidades de este para la enseñanza, la selección de contenidos, el ambiente de la clase, el espacio del aula, los distintos procesos de enseñanza y aprendizaje, los logros obtenidos, las dificultades, la vinculación entre lo hecho y lo que queda por hacer, el ajuste de la planificación docente y la realidad institucional. Por ello, en la actualidad, los docentes y estudiantes se evalúan mutuamente dentro del mismo proceso con el objetivo final de elevar la calidad de lo enseñado y de lo aprendido.

Desde esta perspectiva práctica, totalizadora -es válido aclarar que el enfoque que se plantea sobre Evaluación no se basa en la perspectiva o método de Ralph W. Tyler, que estaba centrado en la evaluación de resultados atendiendo a la consecución de objetivos establecidos previamente-, no se evalúa solamente el progreso y los resultados de aprendizajes de los estudiantes, sino que se toma en consideración el progreso de todo el proceso educativo.

Se debe entender que la evaluación es un instrumento que provee retroalimentación tanto al docente como al alumno, lo que permite cambiar aspectos relacionados con la planificación y, especialmente, con el proceso de aprendizaje. Cuando el docente planifica, lo hace pensando si la tarea que propone será exploradora o si, en cambio, será una evaluación diagnóstica, si será para ver la evolución o el proceso de construcción de determinados saberes o si será parte del producto final de un tópico abordado.

3. Evaluación del Aprendizaje

Diversos estudios (Escobar, 2007; González, 2000; Gil, 2012) coinciden en que la evaluación del aprendizaje es un proceso sistemático y permanente que comprende la búsqueda y obtención de información de diversas fuentes acerca de la calidad del desempeño, avance, rendimiento o logro del estudiante y de la calidad de los procesos empleados por el docente, la determinación de su importancia y pertinencia de conformidad con los objetivos de formación que se espera alcanzar, todo con el fin de tomar decisiones que orienten el aprendizaje y los esfuerzos de la gestión docente.

En este marco, la evaluación orientada al aprendizaje tiene como propósito fundamental el desarrollo de un aprendizaje productivo por parte del estudiante que además supone reforzar las capacidades para la autoevaluación y propiciar formas de feedback que asignen al alumno un papel en la generación de retroalimentación a partir de la evaluación, desarrollando así la capacidad de autorregulación del propio aprendizaje.

Cuando el docente atiende un elevado número de estudiantes, se pueden proponer estrategias de retroalimentación sostenible que pasan por capacitar a los estudiantes para mejorar la calidad de su propio trabajo de forma autorregulada y sin necesidad de contar necesariamente con el profesor, dado que el feedback podría ser generado por ellos mismos o por sus compañeros.

Por tanto, la retroalimentación resulta un elemento importante para la mejora del aprendizaje de los estudiantes, constituyendo un factor clave para potenciar el carácter formativo de la evaluación.

4. Técnicas de Evaluación

En relación con las técnicas de evaluación, éstas son un conjunto de acciones o procedimientos que conducen a la obtención de información relevante sobre el aprendizaje de los estudiantes. Estos pueden ser diversos: pruebas escritas, pruebas orales, observaciones de procesos, observaciones de productos.

En este contexto, las pruebas escritas implican el uso del lápiz y del papel como el ensayo o cuestionario y las pruebas orales son de un alto grado de subjetividad respecto de quién está cumpliendo el rol de evaluador, pueden ser la exposición de un tema, la respuesta a preguntas conceptuales, de relación, de elaboración, de análisis crítico, y otros.

Asimismo, la observación es un elemento que aporta datos fundamentales. Las intervenciones de los alumnos, las socializaciones grupales de determinados contenidos, las predisposiciones hacia la tarea observada, son algunos ejemplos que nos permitirán tener una idea global de los procesos tanto individuales como grupales. La información que se recoja debe servir para indicar el estado de los aprendizajes que se quieren evaluar, describir la realidad existente y permitir la emisión de juicios de valor. Es preciso señalar que cuanto menos estricta, en cuanto a pretender una única respuesta, sea la evaluación, mayores y mejores posibilidades de expresarse tendrán los estudiantes.

Según Camilloni (1998) hay que tener en cuenta cuatro características fundamentales para que las herramientas evaluativas tengan la relevancia correspondiente las cuales son: validez, confiabilidad, practicidad y utilidad. Es válido cuando evalúa según criterios preestablecidos, aquello que se pretende evaluar con él; es confiable cuando es lo suficientemente exacto en términos de medición pero, a la vez, es sensible para apreciar las diferentes alternativas que se presentan; es práctico cuando menor fue el tiempo que el docente necesitó para diseñarlo, elaborarlo y ponerlo en práctica; cuando el estudiante puede entenderlo sin dificultades y cuando no necesita materiales, equipos y espacios especiales para poder ponerse en funcionamiento. Pero, además, un instrumento es práctico en la medida en que facilita analizar e interpretar sus resultados y permite elaborar, a partir de ellos, conclusiones importantes y funcionales para el proceso de enseñanza y de aprendizaje. Asimismo, la utilidad mide si el instrumento satisface las expectativas que el educador pretende lograr al enseñar.

Cada uno de estos cuatro elementos mencionados aporta diferentes grados de pertinencia para considerar si el proceso evaluador que se está llevando a cabo es eficaz y eficiente para vislumbrar determinados resultados.

5. Instrumentos de Evaluación

Los instrumentos de evaluación que con frecuencia se diseñan se refieren a un número muy reducido de competencias cognitivas, muchas veces orientadas a la memorización comprensiva, lo cual deja de lado un conjunto importante de procesos y competencias involucrados en el aprendizaje y que debieran ser objeto de evaluación.

De acuerdo con Elola y Toranzos (2000)

Existen muchas tipologías o clasificaciones de instrumentos, pero más allá de la adopción de unos u otros criterios clasificatorios lo central es poder identificar estas diferentes herramientas como complementarias entre sí y por ende la necesidad de incluir cierta variedad de las mismas en la tarea de la evaluación (p.9).

En ese sentido, Rodríguez e Ibarra (2011, p.71-72) señalan que los instrumentos de evaluación son “herramientas reales y tangibles utilizadas por la persona que evalúa para sistematizar sus valoraciones sobre los diferentes aspectos”. Algunos ejemplos son: las listas de control, las escalas de estimación, las rúbricas, las escalas de diferencial semántico, las matrices de decisión o incluso instrumentos mixtos donde se mezclen más de uno.

Un requisito fundamental de los instrumentos de evaluación es que deben reflejar explícita o implícitamente los criterios e indicadores de evaluación. De acuerdo con Hamodi, López y López (2015) se presentan a continuación los más comunes y más empleada.

Lalista de Control, son útiles para recabar información sobre tareas o procesos, por ejemplo: para comprobar la entrega de trabajos, resultados de una acción, o el cumplimiento de las partes principales de un proyecto, entre otros.

Un segundo instrumento es la escala de valoración oescala de estimaciónque evalúa el grado o frecuencia de cumplimiento de un atributo. Los atributos representan el ítem y se acompañan de un conjunto de categorías que le dan valor.

Un tercer instrumento de evaluación muy utilizado es larúbrica. Se utiliza habitualmente en la evaluación del desempeño de los estudiantes para especificar lo que se espera de su trabajo, valorarlo y facilitar la retroalimentación.

En ese sentido, los trabajos que los estudiantes realizan pueden ser evaluados por ellos mismos para propiciar el trabajo metarreflexivo teniendo en cuenta una lista de criterios preestablecido. Para el docente, éstas son instrumentos de gran poder, debido a que le permiten dar a conocer de manera precisa y contundente cuáles son las expectativas de logro respecto de la tarea a las que deben aspirar sus estudiantes, al tiempo que permiten demostrar de qué modo pueden alcanzar los mejores niveles.

Por ejemplo, en la asignatura Investigación Aplicada que actualmente se imparte en el 10mo semestre de la carrera de Mercadotecnia, se diseñó una rúbrica para evaluar los aspectos relacionados con Justificación, antecedentes, objetivos y preguntas de investigación correspondientes a la unidad 4: Pasos del proceso de Investigación Científica. Asimismo, en la asignatura Economía Empresarial, que se imparte en el 8vo Semestre de la misma carrera, se elaboró una Guía de Evaluación para un Ensayo, sobre los procesos reales de producción de las MIPYMES del departamento o Municipio de Chontales, atendiendo los efectos negativos al medio ambiente y su mitigación. (Ver Anexos).

Por último, se presenta elargumentario evaluativo. Es un instrumento de carácter más cualitativo que los presentados anteriormente, con este instrumento el evaluador realiza una valoración argumentada para cada atributo a evaluar, a través de los mismos se puede ofrecer también una puntuación global de todo el instrumento.

Es importante señalar que la participación del alumnado en el proceso evaluativo es claramente necesaria.

6. Conclusiones

La finalidad de la evaluación será siempre mejorar la intervención pedagógica. El tratar de comprender los elementos que intervienen en el proceso de enseñanza y aprendizaje, facilitará la toma de decisiones y la adecuación de las intervenciones didácticas, y permitirá comprobar si las mismas han sido significativas.

En este sentido, la evaluación es un proceso que implica compromiso, complejidad - no sólo se deben considerar los procesos que llevan a evaluar los contenidos trabajados en el aula a través de distintos instrumentos (exámenes, pruebas, trabajos prácticos, etc.), sino también aquellas cuestiones relacionadas con la actividad universitaria y hasta con el propio sistema educativo -, coherencia, participación de todos los implicados, centrado en la mejora más que en el control, más atento a los procesos que a los productos, integral y por lo tanto consecuente ante las situaciones individuales y grupales. En definitiva, la evaluación tiene sentido cuando mejora el proceso educativo.

Bibliografía

Camilloni, A., Celman, S., Litwin, E., & Palou, M. d. (1998). La evaluación de los aprendizajes en el debate didáctico contemporáneo. Buenos Aires: PAIDÓS.

Castañeda, M., & Castro Rubilar, F. (2012). Instrumentos para evaluar el currículum formal en carreras pedagógicas. Panorama, VI(10), 71 - 85. Recuperado el 3 de Agosto de 2015, de http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4780122

Elola, N., & Toranzos, L. (2000). Evaluación Educativa. Una aproximación conceptual, 1-12.

Escobar, J. (2007). Evaluación de Aprendizajes. Un asunto vital en la educación superior. Revista Lasallista de Investigación, IV(2), 50-58. Recuperado el 22 de Agosto de 2015, de http://web.b.ebscohost.com/ehost/pdfviewer/pdfviewer?sid=e7bd0fb5-1a43-4045-b74d-c033dfd3a24f%40sessionmgr112&vid=6&hid=101

Gil, J. (2012). La evaluación del aprendizaje en la universidad según la experiencia de los estudiantes. Estudios sobre educación, XXII, 133-153. Recuperado el 17 de Agosto de 2015, de http://web.a.ebscohost.com/ehost/pdfviewer/pdfviewer?sid=a239f078-3eac-46e1-a6be-871a1a08019c%40sessionmgr4001&vid=5&hid=4104

González, M. (2000). La Evaluación del Aprendizaje: Tendencias y Reflexión Crítica. Revista Cubana de Educación Superior, I(15), 85-96. Recuperado el 29 de Agosto de 2015, de http://bvs.sld.cu/revistas/ems/vol15_1_01/ems10101.pdf

Hamodi, C., López, V., & López, A. (2015). Medios, técnicas e instrumentos de evaluación formativa y compartida del aprendizaje en educación superior. Perfiles Educativos, XXXVII(147), 146-161. Recuperado el 1 de Septiembre de 2015, de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=13233749009

Mora, A. I. (2004). La Evaluación Educativa: Concepto, Períodos y Modelos. Actualidades Investigativas en Educación, 1-28.

Rodríguez, G., & Ibarra, M. (2011). e-Evaluación orientada al e-aprendizaje estratégico en educación superior. Madrid: Narcea.

Rodríguez, T., Reyes, M., & Peña, J. (2009). Aproximación a un modelo para evaluar el currículo de la UPEL a partir de una propuesta de estructura curricular. Sapiens. Revista Universitaria de Investigación(1), 161. Recuperado el 7 de Agosto de 2015, de http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3175957

Tejedor, F., & García, A. (2010). Evaluación del desempeño docente. Revista Española de Pedagogía, 439-459.

Tenbrink, T. (2006). Evaluación. Guía práctica para profesores (Octava ed.). Madrid, España: Narcea, S.A. de ediciones.

 

ANEXOS

Marca.png

FACULTAD REGIONAL MULTIDISCIPLINARIA “CORNELIO SILVA ARGÜELLO”

UNAN – FAREM CHONTALES

a.Rúbrica para la valoración de la Justificación, Antecedentes, Objetivos y Preguntas de Investigación

Justificación

Se resalta:

1. Importancia

2. Aportes (conveniencia social) y

3. Beneficios:

  • • Directos
  • • Indirectos

Si argumentan los 3 elementos orientados bien, tiene:

Si argumenta solo 2 elemento de los tres orientados tiene:

Si argumenta de manera sencilla, tiene:

 

3P

2P

1P

Antecedentes

1. Sintetiza los aportes de los estudios realizados sobre el problema de investigación.

2. Posibilita el conocimiento y la comprensión de cómo éste se ha estudiado según enfoque, alcance y resultados.

Si argumentan los 2 elementos orientados bien, tiene:

Si argumenta solo 1 elemento de los tres orientados tiene:

Si argumenta de manera sencilla, tiene:

 

3P

2P

1P

Objetivos/Preguntas

1. Están formulados con claridad, precisión y orden lógico.

2. Se derivan directamente del problema de investigación.

3. Las preguntas se derivan directamente de los objetivos de investigación.

Están formulados con claridad, precisión y orden lógico y las preguntas se derivan directamente de los objetivos específicos en un 100%.

Están formulados con claridad, precisión y orden lógico y las preguntas se derivan directamente de los objetivos específicos en un 50%.

Están formulados con claridad, precisión y orden lógico y las preguntas se derivan directamente de los objetivos específicos en un 25%.

 

4P

2P

1P

Fuente: Ariel Briceño Moraga (2019)

 

b. Rúbrica para la valoración del Ensayo

Marca.png

FACULTAD REGIONAL MULTIDISCIPLINARIA “CORNELIO SILVA ARGÜELLO”

UNAN – FAREM CHONTALES

 

Nombre: _____________________ Nombre del Ensayo: _________________________

No.

Elementos de valoración

Si / No

Valor

1

Se sustenta una tesis y se argumenta en la introducción

 

2%

2

La introducción tiene mínimo seis párrafos

 

1%

3

Primer párrafo introduce la tesis del tema y presenta como mínimo 5 ideas principales

 

5%

4

La última línea del primer párrafo conecta con la idea principal del segundo párrafo

 

2%

5

La Idea principal del segundo párrafo tiene por lo menos cinco ideas secundarias que la sustentan.

 

5%

6

La última línea del segundo párrafo se conecta con la idea principal del siguiente párrafo

 

2%

7

La idea principal del tercer párrafo tiene como mínimo cinco ideas secundarias que la sustentan

 

5%

8

La última línea del tercer párrafo conecta con la idea principal del siguiente párrafo.

 

2%

9

La idea principal desarrollada está sustentada con cinco ideas secundarias

 

5%

10

El último párrafo de la introducción concluye la tesis sustentada a partir de las cinco ideas principales

 

2%

11

El primer párrafo de la primera página del ensayo desarrolla la primera idea principal como tesis y las cinco ideas secundarias se convierten en la idea principal de cada párrafo subsiguiente.

 

6%

12

La segunda, tercera, cuarta y quinta página desarrollan la segunda, tercera, cuarta y quinta ideas principales con sus respectivas ideas secundarias como ideas principales de cada párrafo

 

6%

13

El último párrafo del ensayo concluye sosteniendo la tesis y da el cierre respectivo conforme a las ideas claves de la introducción.

 

2%

14

Bibliografía citada de acuerdo con normativas APA

 

2%

15

Ortografía y gramática del documento

 

3%

Fuente: René Noé (2015)