INNOVARE CIENCIA Y TECNOLOGÍA VOL. 11, NO. 3, 2022
Disponible en CAMJOL
INNOVARE Ciencia y Tecnología
Sitio web: www.unitec.edu/innovare/
1
Autor corresponsal: cristianalvarez@unitec.edu, Universidad Tecnológica Centroamericana, Campus Tegucigalpa
Disponible en: http://dx.doi.org/10.5377/innovare.v11i3.15358
© 2022 Autores. Este es un artículo de acceso abierto publicado por UNITEC bajo la licencia http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0
Revisión
El fenómeno del COVID persistente: una revisión
The persistent COVID phenomenon: a review
Cristian Álvarez
a,1
, Wilmer Quintanilla
a
, Jelssy Álvarez-Tejada
b
, Nency García
a
a
Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Tecnológica Centroamericana, UNITEC, Tegucigalpa, Honduras
b
Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional Autónoma de Honduras, UNAH, Tegucigalpa, Honduras
Historia del artículo:
Recibido: 12 agosto 2022
Revisado: 4 septiembre 2022
Aceptado: 23 noviembre 2022
Publicado: 8 diciembre 2022
Palabras clave
COVID-19
COVID persistente
SARS-CoV-2
Síndrome Post-COVID agudo
Keywords
COVID-19
Long COVID
SARS-CoV-2
Post-acute COVID syndrome
RESUMEN. Introducción. La condición post COVID-19 o COVID persistente es la enfermedad que ocurre en las
personas que tienen historia de infección por el virus SARS-CoV-2; que persisten con síntomas y efectos a 3 meses de
haber tenido la enfermedad y que duran al menos dos meses Métodos. Para efectos de este estudio, se realizó una
revisión de la literatura disponible en distintos buscadores científicos (Pubmed, Medline, Scopus, Google Scholar), y
página web de la Organización Mundial de la Salud, en el periodo entre junio a agosto de 2022. Para ser considerados,
los artículos analizados debían estar publicados en revistas indizadas. Desarrollo. Existe evidencia que hasta 1 en 5
pacientes COVID-19 pueden sufrir de COVID persistente. Se han reportado aparición de síndromes post COVID-19
afectando diferentes sistemas del cuerpo. Debe sospecharse en todos los pacientes con síntomas persistentes sin
ninguna otra explicación. No existe un tratamiento específico hasta el momento, cada caso debe ser abordado por un
equipo multidisciplinario. Conclusión. El COVID persistente es un mal frecuente en pacientes post COVID-19, que
se debe detectar y tratar con diligencia. Se necesitan más estudios a nivel mundial para desarrollar datos confiables y
guías de tratamiento.
ABSTRACT. Introduction. Post-COVID-19 condition or long COVID is the disease that occurs in people who have
a history of infection by the SARS-CoV-2 virus; that persists beyond 3 months, with symptoms and affections that last
at least two months. Methods. For purpose of this study, a review was carried out with available information in multiple
search engines (Pubmed, Medline, Scopus, Scholar Google) and the World Health Organization’s web site, from June
to August 2022. To be considered, the analyzed articles had to published in indexed journals. Discussion. Evidence
indicates that up to 1 in 5 COVID-19 patients may suffer from long COVID. Reports indicate the presence of different
post-COVID-19 syndromes affecting different systems of the body. It must be suspected in all patients who have
persistent symptoms with no other explanation. There is no specific treatment up till now, every case must be handled
by a multidisciplinary team. Conclusion. Long COVID is a frequent disease in post-COVID-19 patients, that must be
detected and treated with diligence. There is a need for more studies globally to develop reliable data and treatment
guidelines.
1. Introducción
La epidemia del COVID-19 fue declarada como tal por
la Organización Mundial de la Salud (OMS) en marzo
2020 (Organización Mundial de la Salud [OMS], 2022).
Dos años después, seguimos siendo testigos de las
repercusiones de la infección por el virus SARS-CoV-2. La
gran mayoría de personas afectadas por esta enfermedad
se recupera completamente, pero existe evidencia actual
que hasta un 10-20% de los afectados experimentan
efectos a mediano y largo plazo posterior a recuperarse de
la enfermedad inicial. Estos efectos en conjunto se
conocen como condición post-COVID-19 o COVID
persistente (Organización Mundial de la Salud [OMS],
2021).
Como definición se le conoce a la condición post-
COVID-19 o COVID persistente a la enfermedad que
ocurre en las personas que tienen historia de un caso
probable o confirmado de infección por el virus SARS-
CoV-2. Generalmente el COVID persistente inicia dentro
de 3 meses de los síntomas iniciales y persiste con
síntomas y efectos que duran al menos dos meses. Estos
síntomas y efectos no pueden ser explicados por un
diagnóstico alterno (OMS, 2021).
Existen otras definiciones. Por ejemplo, la guía
producida por el National Institute of Healthcare
Excellence (NICE) de Reino unido, cuenta con dos
C. Álvarez, et al.
INNOVARE Revista de Ciencia y Tecnología Vol. 11, No. 3, 2022
2
definiciones del COVID persistente o COVID post agudo
como ellos también le denominan: (1) COVID-19 que
sigue siendo sintomático 4 a 12 semanas después del
inicio de los síntomas y (2) síndrome post-COVID-19 a
las personas que aun presentan síntomas más de 12
semanas posterior al inicio de los mismos (Venkatesan,
2021).
El Centers for Disease Control and Prevention (CDC)
define el COVID-19 persistente como un ancho rango de
problemas de salud nuevos, retornantes o en curso que las
personas experimentan posterior a tener una infección con
el virus que causa el COVID-19 y puede ser detectado 4
semanas posterior a la infección inicial (Centers for
Disease Control and Prevention [CDC], 2022).
Existen expertos que temen que este mal es una nueva
emergencia, e intentan investigar que podría estar
causando este fenómeno. Las principales teorías son
diminutos coágulos sanguíneos, persistencia del virus
dentro del organismo de los afectados, o una reacción
desmedida del sistema inmune ante la infección (Couzin-
Frankel, 2022). Estas teorías impulsadas por estudios
científicos, los cuales han encontrado micro coágulos
resistentes a fibrinolisis en pacientes con COVID-19
aguda y COVID persistente (Pretorius et al., 2021). Otros
estudios han concluido la presencia del virus en sitios
anatómicos hasta 230 días después de los síntomas
iniciales (Chertow et al., 2021). Por último, existen
reportes de disfunciones en el sistema inmune de los
afectados por COVID-19 hasta 8 meses después de la
infección inicial (Phetsouphanh et al., 2022).
La situación actual del COVID persistente motivó a
realizar esta revisión bibliográfica, la cual incluyó
aspectos importantes sobre esta enfermedad, algunos de
los síndromes asociados a ella, su diagnóstico y
tratamiento.
2. Métodos
2.1. Estrategia de búsqueda y criterios de selección
Se realizó una búsqueda exhaustiva en diferentes
buscadores científicos (Pubmed, Medline, Scopus,
Google Scholar) y la página web de la OMS de junio a
agosto de 2022. Las siguientes referencias fueron
buscadas sobre el tema de interés: la pandemia del
COVID-19, el COVID persistente y condiciones post-
COVID-19. Las palabras claves utilizadas fueron:
“COVID-19”, “coronavirus”, SARS-CoV-2”,
“condiciones post-COVID-19”, “COVID persistente”,
“secuelas post-COVID”. Se revisaron artículos relevantes
al tema, en inglés y español, procedentes de países de
Asia, Europa, Norteamérica y Latinoamérica.
Las discusiones entre autores se llevaron a cabo por vía
electrónica. No se solicitó la aprobación de un comité de
ética, ya que no existe participación por sujetos de estudio
humanos o animales y los datos recopilados eran de
dominio público. Se encontraron 67 artículos de los cuales
43 tenían información relevante y fueron incluidos en esta
revisión: 15 revisiones de literatura, 17 artículos
originales, 6 revisiones sistemáticas, 5 guías publicadas
por sociedades científicas. Para ser considerados dentro de
la revisión bibliográfica, los artículos debían estar
publicados en revistas indizadas, e incluir información
sobre las enfermedades asociadas a COVID-19, o factores
asociados al desarrollar secuelas posteriores a la
enfermedad, su diagnóstico y tratamiento.
3. Desarrollo
A continuación, se detallan los hallazgos de la presente
revisión. Se organizó en los subtemas de epidemiologia,
factores de riesgo para esta enfermedad, síndromes
asociados, cuadro clínico y diagnóstico, terminando con
medidas terapéuticas y tratamientos en estudio. Dado a
que existen relativamente pocos datos hasta el momento y
son escasos los protocolos del tema, se intentó dar un
enfoque amplio y organizar los hallazgos pertinentes de
autores alrededor del mundo.
3.1. Epidemiología
Han existido previos intentos de cuantificar el número
de personas con COVID persistente mediante diferentes
métodos, incluyendo estudios nacionales y estudios
dirigidos por pacientes. Las diferencias de metodología y
tiempo de observación han hecho difícil comparar
resultados. Por lo tanto, se tiene a la COVID persistente
como una enfermedad heterogénea con una prevalencia
dudosa, a pesar de la alta cantidad de pacientes que
manifiesta síntomas persistentes (Michelen et al., 2021).
Esto no es algo nuevo. En un estudio realizado en Italia,
en el cual se dio seguimiento a 143 pacientes COVID-19
durante los inicios de la pandemia en 2020, se encontró
que el 87% de los pacientes que se recuperaban del cuadro
agudo de COVID-19 persistían con al menos un síntoma,
siendo los principales disnea y fatiga (Carfi et al., 2020).
La última encuesta desarrollada en junio 2022 por el
CDC y otras entidades del gobierno de Estados Unidos
(EE.UU.), se encontró que 1 de cada 5 personas en la
población estadounidense que ha tenido COVID-19 en el
pasado refiere tener síntomas de COVID persistente.
También, se documentó que es más común en adultos
jóvenes, mujeres, e hispanos (National Center for Health
Statistics, 2022).
En una encuesta poblacional realizada en Reino Unido
en junio de 2022, se reporque al menos 2 millones de
personas (3% de la población del Reino Unido)
experimentó COVID persistente. Se presentó en ese
reporte que el COVID persistente es más común en
adultos de 35-69 años, mujeres, trabajadores sociales,
personal de salud, y personal de educación (Office for
National Statistics, 2022).
C. Álvarez, et al.
INNOVARE Revista de Ciencia y Tecnología Vol. 11, No. 3, 2022
3
En Honduras hasta el momento existen un total de
429,848 casos confirmados, con 282,042 casos activos,
132,498 recuperados y 10,912 fallecidos por COVID-19
(Biblioteca Virtual en Salud de Honduras [BVS], 2022).
Lastimosamente, no hay datos sobre COVID persistente
de la población hondureña.
3.2. Síndromes asociados al COVID persistente
Algunos pacientes sobrevivientes de la infección por
SARS-CoV-2 reportó la aparición de síntomas debilitantes
persistentes, los cuales pueden ser considerados parte de
las secuelas post agudas del síndrome agudo respiratorio
de la infección de coronavirus 2 (o PASC por sus siglas
en ingles). Los síntomas debilitantes que estos pacientes
reportó tienen similitud con la encefalomielitis mialgia /
síndrome de fatiga crónica o ME/CFS por sus siglas en
inglés (Myalgic encephalomyelitis / Chronic fatigue
síndrome) (Rasa et al., 2018).
ME/CFS se describe como un desorden multisistémico
prolongado que afecta al 0.5% - 2.5% de la población
mundial y produce síntomas de fatiga profunda
generalizada, malestar después de hacer esfuerzo físico,
sueño no reparador, cefaleas recurrentes, déficits
cognitivos, e intolerancia ortostática que han prevalecido
por los últimos 6 meses (Poenaru et al., 2021). La
patogenia de la enfermedad es muy controversial y no es
clara todavía. Existen 25 criterios diagnósticos propuestos
actualmente. El criterio más reciente publicado en 2015
por el Instituto de Medicina señala que los síntomas
principales que presenta un paciente con ME/CFS son:
fatiga generalizada, malestar después de esfuerzo físico,
problemas cognitivos, disrupción del sueño, e intolerancia
ortostática (Poenaru et al., 2021).
Muchos estudios observacionales han descrito
síntomas persistentes de COVID-19 agudo, con duración
de 3 semanas hasta 4 meses, en algunos casos. Se ha
reportado casos de pacientes experimentando fatiga
profunda generalizada y problemas cognitivos
desencadenados tras estrés o esfuerzo físico realizado,
sugiriendo la posible relación de COVID-19 como un
desencadenante de ME/CFS. Un estudio cohorte de
pacientes post-COVID-19 reportó el 27% de los
participantes manifestaron síntomas similares a ME/CFS
según la “ME International Consensus Criteria” como
fatiga, disrupción del sueño, dolores, cambios de ánimo,
molestias cognitivas prolongados hasta un periodo de 6
meses después de la recuperación de la infección inicial
por SARS-CoV-2 (Mantovani et al., 2021).
Paul et al. (2021) describieron que las anormalidades
redox que ocurren en la COVID-19 están presentes de
igual manera en el ME/CFS, atribuyendo la posible
relación entre estas a ser secundarias a la infección por
SARS-CoV-2. Asimismo, la literatura indica la presencia
de disfunción mitocondrial y rutas de estrés oxidativo
como posibles procesos fisiopatológicos causantes del
síndrome, los cuales se han encontrado presentes en
pacientes con COVID persistente, sugiriendo la relación
entre ambos desordenes (Qanneta, 2022). Otros autores
han correlacionado la comunalidad de la fisiopatología de
ME/CFS y COVID-19 persistente, con la desregulación
del sistema inmune y estados inflamatorios (Wong &
Weitzer, 2021). Sin embargo, es necesario la realización
de más estudios orientados a comprobar o descartar estas
teorías.
3.3. Secuelas cardiovasculares
El sistema cardiovascular se ve afectado en varias
formas por la severa infección por SARS-CoV-2 en el
tracto respiratorio. Como consecuencia de la infección,
este sistema puede manifestar secuelas aun después del
periodo infeccioso. Xie et al. (2022) analizaron la
incidencia de enfermedades cardiovasculares en 153,760
pacientes sobrevivientes de COVID-19, comparándolos
con grupos controles de individuos sin evidencia de la
enfermedad por el virus. Los resultados indicaron un
riesgo elevado y una alta incidencia en los pacientes post-
COVID de desarrollar repercusiones cardiovasculares
como fibrilación atrial, isquemia, pericarditis, miocarditis,
falla cardiovascular, enfermedad tromboembólica, y
arritmias. Asimismo, se describió que en un 35%, la
taquicardia fue la única manifestación clínica que
permanecía alterada después de 3 semanas (Higgins et al.,
2020). Se ha reportado que el 25% de pacientes
hospitalizados por COVID-19 presentan lesión de
miocardio. Por otro lado, Silva Andrade et al. (2021) ha
descrito las principales repercusiones cardiovasculares del
COVID persistente, i.e., aterosclerosis leve a severa de
arteria coronaria, aterosclerosis arterial, fibrosis
miocárdica focal, infarto miocárdico agudo tipo I y II,
síndrome de Takotsubo, enfermedad cardiovascular
crónica, arteria coronaria severa.
El probable mecanismo de las secuelas
cardiovasculares incluye la respuesta inflamatoria
causada por la persistencia del virus en el tejido cardiaco,
mimetismo molecular que incita a una respuesta inmune
contra antígenos cardíacos, disfunción endotelial y
microvascular persistente (Higgins et al., 2020). Se ha
descrito disfunción autonómica resultando en taquicardia
en reposo manifestado en el COVID persistente. Sin
embargo, la patogenia de este proceso sigue siendo
desconocida (Garg et al., 2021). Factores de riesgo como
obesidad, el hábito de fumar, hipertensión y diabetes
mellitus también juegan un papel importante en la relación
de COVID-19 y sus secuelas cardiovasculares (Mohamed
& Banerjee, 2022).
Las implicaciones que tiene el COVID-19 en el sistema
cardiovascular son notorias. Por ello, el American College
of Cardiology reunió a un grupo de expertos para elaborar
el Expert Consensus Decision Pathway o ECDP, el cual
provee guías de como evaluar y manejar a pacientes
C. Álvarez, et al.
INNOVARE Revista de Ciencia y Tecnología Vol. 11, No. 3, 2022
4
adultos con secuelas cardiovasculares post-COVID.
Además, es importante resaltar la descripción presentada
de los principales síntomas post-COVID que dirigen a
considerar la presencia de secuelas cardiovasculares,
donde se incluyen los siguientes: taquicardia,
palpitaciones, dolor de pecho, disnea de esfuerzo, e
intolerancia al ejercicio (Gluckman et al., 2022).
3.4. Cuadro clínico y diagnóstico
Desde el inicio de la actual pandemia ocasionada por
el virus SARS-CoV-2, se ha enfrentado a una numerosa
cantidad de retos y descubrimientos del mismo. Un par de
años después, se han reportado nuevos términos asociados
a la enfermedad COVID-19. Al inicio del fenómeno de
COVID persistente, no se imaginaba que dicha afectación
tendría la posibilidad de una presentación clínica crónica
o persistente. Inicialmente podría haberse pasado por
desapercibido como síntomas relacionados a estrés o
ansiedad posterior a la infección por SARS-CoV-2 (Yong,
2021).
El promedio de recuperación de COVID-19 es de
aproximadamente 2-3 semanas, dependiendo de la
severidad de los síntomas, presentando remisión completa
de los síntomas en el mayor de los casos. Sin embargo,
existe esta entidad patológica a la que se denomina
COVID persistente o COVID largo, el cual muestra
secuelas físicas, médicas y cognitivas persistentes tras el
COVID-19.
El COVID-19 persistente tiene síntomas prolongados
y podría presentarse con duración de 5 a 12 semanas de
duración, sin importar la severidad del cuadro presentado
con la infección aguda (Pérez Hernández, 2021;
Aiyegbusi et al., 2021). El síndrome de COVID
persistente puede presentarse tanto en adultos como en
niños que debe sospecharse en pacientes con antecedente
de infección positiva por SARS-CoV-2 y síntomas
persistentes que no pueden ser explicados por otros
diagnósticos alternativos (National Institute for Health
and Care Excellence [NICE], 2022).
Dichas afectaciones se pueden presentar en pacientes
con antecedente de manejo intrahospitalario, con o sin
terapia de oxígeno complementario que fueron dados de
alta del hospital. También, puede afectar a los pacientes
con presentación leve de la enfermedad quienes cursaron
por un manejo ambulatorio e incluso en menor porcentaje,
presentarse en pacientes que cursaron un cuadro
asintomático. El COVID-19 persistente es producido por
un síndrome de respuesta antiinflamatoria compensatoria,
el cual es abrumador y de larga duración. Este síndrome
se encuentra presente con antígeno negativo por infección
por SARS-CoV-2 (Yong, 2021; Oronsky et al., 2021).
Estos pacientes pueden experimentar una amplia
variedad de síntomas pertenecientes a este síndrome tanto
físicos como psicológicos. Dentro de los síntomas más
comunes que se encuentran los siguientes descritos en
Cuadro 1.
Un estudio prospectivo observacional fue realizado en
México en el Departamento de Neumología en el Hospital
Ángeles de Puebla. Un total de 143 pacientes participaron
con antecedente de infección por SARS-CoV-2 y PCR
negativa en ese momento. Alrededor del 87.4% de la
muestra inicial presentó por lo menos un síntoma
persistente después del alivio de la enfermedad,
categorizándose como COVID persistente.
Aproximadamente el 40% presentó el antecedente de
manejo con oxígeno suplementario y solo 6 pacientes
requirieron ventilación mecánica (Herrera-García et al.,
2020).
En cuanto al diagnóstico, se incluye la persistencia de
síntomas en pacientes con antecedente de COVID-19,
confirmado con prueba positiva. Los que presentan prueba
negativa y síntomas no pueden ser justificados por
diagnósticos alternativos. Sin embargo, se ha
documentado que alrededor del 30% de los pacientes
pueden persistir con niveles elevados de dímero-D y 9.5%
con niveles elevados de proteína C reactiva hasta 90 días
luego de su recuperación por COVID-19, mientras que el
resto de los exámenes de laboratorio e imagen se
presentan dentro de los rangos normales. La presencia de
este síndrome se encuentra relacionado con la presencia
de comorbilidades (Taribagil et al., 2021; Mandal et al.,
2021).
3.5. Medidas farmacológica y no farmacológicas
El tratamiento del paciente con COVID persistente
continúa siendo un desafío para el médico tratante, ya que
no existen guías actualizadas para su manejo (Mendelson
et al., 2021). El tratamiento de esta entidad requiere de una
evaluación multidisciplinaria, con los diferentes
siguientes aspectos:
- Rehabilitación Pulmonar: Los pacientes que
cursaron con COVID-19 severo y fueron
hospitalizados en la unidad de cuidados intensivos
generalmente desarrollaron debilidad muscular,
miopatías y neuropatías (Aiyegbusi et al., 2021). La
terapia de rehabilitación pulmonar ayuda a que los
pacientes mejoren su dificultad respiratoria, fuerza
muscular de la caja torácica, capacidad funcional y su
estilo de vida, así como también reducir los días de
estancia hospitalaria (Raveendran et al., 2021;
Aiyegbusi et al., 2021). De igual forma, es de mucha
ayuda en pacientes con COVID persistente no
hospitalizados, ya que facilita el regreso a sus
actividades cotidianas. Se recomienda que los
síntomas respiratorios puedan ser automanejados,
evitando actividades que exacerben la disnea como lo
son: cese del tabaco, evitar contaminantes, altas
temperaturas y ejercicio extremo.
C. Álvarez, et al.
INNOVARE Revista de Ciencia y Tecnología Vol. 11, No. 3, 2022
5
Cuadro 1
Manifestaciones clínicas más comunes del COVID persistente.
Cardiopulmonares
Fatiga
Disnea
Opresión Torácica
Tos
Miocarditis
Palpitaciones
Orofaríngeas
Anosmia
Ageusia
Disfonía
Odinofagia
Tinnitus
Congestión nasal
Rinorrea hialina
Alteraciones auditivas
Otalgia
Gastrointestinal
Dolor abdominal
Diarrea
Náuseas y vómitos
Pérdida de peso
Anorexia
Musculoesquelético
Mialgias
Artralgias
Neuro-psicológico
Amnesia
Cefalea
Insomnio
Depresión
Ansiedad
Alteraciones cognitivas (dificultad para concentrar)
Neuralgias/Neuropatías
Temblores
Misceláneos
Fiebre
Alopecia
Rash cutáneo
Alteraciones en la estabilidad emocional
Astenia
Incontinencia urinaria
Aiyegbusi et al., 2021; Herrera-García et al., 2022; Espinosa Rodríguez et al., 2021.
- Por otra parte, el estiramiento, rotaciones corporales
y masajes han demostrado eficacia a largo plazo en
los síntomas respiratorios (Crook et al., 2021; Garg et
al., 2021).
- Manejo de comorbilidades: Otro aspecto importante
es el manejo de las comorbilidades, ya que un
porcentaje grande de pacientes que cursa con COVID
prolongado tiene comorbilidades y su manejo ayuda
a evitar una readmisión hospitalaria y deterioro del
estado de salud del paciente. Ahora hay pruebas
claras de que el control de factores de riesgo como la
presión arterial, la dislipidemia y los niveles de
glucosa pueden conducir a una reducción de las
complicaciones microvasculares y macrovasculares
en el manejo crónico de personas con diabetes
mellitus. También, hay evidencia de los beneficios
heredados del control de los factores de riesgo en los
resultados renales y cardiovasculares (Khunti et al.,
2021).
- Salud Mental: Los problemas psicológicos que trae
consigo el COVID-19 como la depresión, ansiedad,
síndrome de estrés post traumático son aspectos para
tener en cuenta en cuanto el tratamiento no
farmacológico del COVID-19 persistente. Es
importante detectar a tiempo este tipo de pacientes y
derivarlos para manejo especializado (Aiyegbusi et
al., 2021).
Sobre el tratamiento farmacológico, síntomas menores
C. Álvarez, et al.
INNOVARE Revista de Ciencia y Tecnología Vol. 11, No. 3, 2022
6
como la tos, dolor y mialgias se pueden manejar con
paracetamol, supresores del reflejo de la tos y antibióticos
en caso de existir infección bacteriana asociada
(Raveendran et al., 2021). Para los síntomas
cardiovasculares y el tratamiento farmacológico, la
Sociedad Europea de Cardiología recomienda el uso de
Beta bloqueadores para síntomas cardíacos como la
angina, las arritmias cardíacas y el síndrome coronario
agudo (Crook et al., 2021; Gluckman et al., 2022)
Un estudio sistemático ha demostrado que el uso de
anticoagulantes puede ser utilizados para reducir el riesgo
de complicaciones derivadas de la hipercoagulabilidad
ocasionada por el COVID-19 persistente. La embolia
pulmonar se trata de forma habitual con anticoagulación
durante al menos tres meses. No hay consenso sobre el
beneficio, o la duración, de profilaxis prolongada, con
heparina de bajo peso molecular posterior al alta (Crook
et al., 2021; Al-Jahdhami et al., 2021).
3.6. Tratamientos en investigación
No hay un fármaco o medida terapéutica específica
para abordar el síndrome COVID persistente. Sin
embargo, en la actualidad se cuenta con fármacos bajo
investigación como a continuación.
- Leronlimab (CytoDyn): Este es un anticuerpo
monoclonal que se une al CCR5 con intensión de
disminuir la respuesta inflamatoria provocada por
casos severos de COVID-19. Además, se han
reportado que dicho receptor podría estar involucrado
en la patogénesis de COVID persistente. Estudios
clínicos en fase 2 han demostrado que la afectación
en la regulación inmunitaria por la cual COVID
persistente se presenta se puede normalizar con la
utilización de leronlimab (Steele & Brusch, 2022;
Gaylis, 2022).
- RSLV-132 (Resolve Therapeutics): Se presenta
aún en fase 2. Estudios han reportado datos en los que
disminuye el proceso inflamatorio presentado por
COVID persistente. Digiriendo el ácido ribonucleico
contenido en los autoanticuerpos y complejos
inmunes, volviéndose biológicamente inertes. (Steele
& Brusch, 2022)
- Zofin (Organicell Regenerative Medicine): Terapia
basado en vesículas extracelulares que están siendo
investigadas para el manejo de COVID persistente
por su acción inmunomoduladora y antiinflamatoria.
Zofin es una nanopartícula soluble y vesícula
extracelular que se deriva del líquido amniótico
humano que se caracteriza por contener factores de
crecimiento, citoquinas, vesículas extracelulares y
exosomas secretadas de tejidos perinatales. Se ha
reportado notable mejoría clínica y radiológica al ser
utilizado por 21 días en un caso de un paciente
masculino con neumonía bilateral, dos meses
posteriores a su infección con SARS-CoV-2 (Mitrani
et al., 2021; Steele & Brusch, 2022).
4. Conclusión
El COVID persistente es un problema que llegó para
quedarse, y se debe estudiar a fondo. La clínica del
COVID persistente puede presentarse con 5-12 semanas
de duración, sin importar la severidad del cuadro
presentado con la infección aguda. Normalmente, se
presentan PCR o antígeno negativo y el resto de los
exámenes laboratoriales son normales, con excepción del
dimero-D y proteína C reactiva en un 30%. Se puede
presentar una variedad de síntomas siendo los más
comunes fatiga, disnea y dolor torácico. El tratamiento del
paciente con COVID persistente continúa siendo un
desafío, ya que no existen guías actualizadas para su
manejo. Dentro de los pilares de tratamiento, se
encuentran técnicas como rehabilitación pulmonar,
manejo de las comorbilidades, salud mental y tratamiento
farmacológico como anticoagulantes, beta bloqueadores,
ivabradina como tratamiento taquicardia sinusal
inapropiada y paracetamol/antitusivos para manejo
sintomático.
Existen también fármacos en estudio. La mayoría se
encuentra en fase 1 o 2, con los que se pretende
inmunomodular y disminuir la respuesta inflamatoria
provocada por las citoquinas en este cuadro clínico. Se
cree que esto es la causa del COVID persistente. Es
necesario tener más datos de COVID persistente en
Latinoamérica. Son muy pocos los datos existentes, y no
se encontró en esta revisión un estudio sobre la situación
de COVID persistente en Honduras. Esto impide poder
comprender la magnitud de este problema y enfocar mejor
la respuesta del sistema de salud hondureño.
5. Contribución de los Autores
CA, WQ, JAT y NG revisaron, elaboraron y editaron
el manuscrito. Todos los autores leyeron y aprobaron la
última versión del manuscrito.
6. Conflictos de Interés
Los autores declaran no tener ningún conflicto de
interés.
7. Referencias Bibliográficas
Aiyegbusi, O. L., Hughes, S. E., Turner, G., Rivera, S. C., McMullan,
C., Chandan, J. S., Haroon, S., Price, G., Davies, E. H.,
Nirantharakumar, K., Sapey, E., & Calvert, M. J. (2021). Symptoms,
complications and management of long COVID: a review. Journal
of the Royal Society of Medicine, 114(9), 428-442.
https://dx.doi.org/10.1177/01410768211032850
C. Álvarez, et al.
INNOVARE Revista de Ciencia y Tecnología Vol. 11, No. 3, 2022
7
Al-Jahdhami, I., Al-Naamani, K., & Al-Mawali, A. (2021). The Post-
acute COVID-19 Syndrome (Long COVID). Oman Medical Journal,
36(1), e220. https://dx.doi.org/10.5001/omj.2021.91
Biblioteca Virtual en Salud de Honduras [BVS]. (2022, 25 de julio).
Estadística Nacional de Coronavirus COVID-19.
http://www.bvs.hn/COVID-19
Carfì, A., Bernabei, R., Landi, F., & Gemelli Against COVID-19 Post-
Acute Care Study Group (2020). Persistent symptoms in patients
after acute COVID-19. JAMA, 324(6), 603-605.
https://dx.doi.org/10.1001/jama.2020.12603
Centers for Disease Control and Prevention [CDC]. (2022, 1 de
septiembre). Long COVID or Post-COVID conditions.
https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/long-term-
effects/index.html
Chertow, D., Stein, S., Ramelli, S., Grazioli, A., Chung, J.-Y., Singh, M.,
Yinda, C.-K., Winkler, C., Dickey, J., Ylaya, K., Ko, S. H., Platt, A.,
Burbelo, P., Quezado, M., Pittaluga, S., Purcell, M., Munster, V.,
Belinky, F., Ramos-Benitez, M. … Kleiner, D. (2021). SARS-CoV-
2 infection and persistence throughout the human body and brain.
Research Square. https://dx.doi.org/10.21203/rs.3.rs-1139035/v1
Couzin-Frankel, J. (2022, 16 de Junio). Clues to Long COVID. Scientists
strive to unravel that is driving disabling symptoms. Science.
https://www.science.org/content/article/what-causes-long-covid-
three-leading-theories
Crook, H., Raza, S., Nowell, J., Young, M., & Edison, P. (2021). Long
covidmechanisms, risk factors, and management. BMJ, 374, 1-18.
https://dx.doi.org/10.1136/bmj.n1648
Espinosa Rodríguez, P., Martínez Aguilar, A., Ripoll Muñoz, M. P., &
Rodríguez Navarro, M. Á. (2021). COVID persistente: ¿es en
realidad una encefalomielitis miálgica? Medicina de Familia.
SEMERGEN, 48(1), 63-69.
https://dx.doi.org/10.1016/j.semerg.2021.03.006
Garg, M., Maralakunte, M., Garg, S., Dhooria, S., Sehgal, I., Bhalla, A.
S., Vijayvergiya, R., Grover, S., Bhatia, V., Jagia, P., Bhalla, A., Suri,
V., Goyal, M., Agarwal, R., Puri, G. D., & Sandhu, M. S. (2021).
The conundrum of ‘Long-COVID-19ʹ: a narrative review.
International Journal of General Medicine, 14, 2491-2506.
https:/dx.doi.org/10.2147/ijgm.s316708
Gaylis, N. B., Ritter, A., Kelly, S. A., Pourhassan, N. Z., Tiwary, M.,
Sacha, J. B., Hansen, S. G., Recknor, C., & Yang, O. O. (2022).
Reduced cell surface levels of C-C Chemokine Receptor 5 and
Immunosuppression in Long Coronavirus Disease 2019
Syndrome. Clinical Infectious Diseases, 75(7), 1232.1234.
https://dx.doi.org/10.1093/cid/ciac226
Gluckman, T. J., Bhave, N. M., Allen, L. A., Chung, E. H., Spatz, E. S.,
Ammirati, E., Baggish, A. L., Bozkurt, B., Cornwell, W. K., Harmon,
K. G., Kim, J. H., Lala, A., Levine, B. D., Martinez, M. W., Onuma,
O., Phelan, D., Puntmann, V. O., Rajpal, S., Taub, P. R., & Verma,
A. K. (2022). 2022 ACC expert consensus decision pathway on
cardiovascular sequelae of COVID-19 in adults: myocarditis and
other myocardial involvement, post-acute sequelae of SARS-CoV-2
infection and return to play. Journal of the American College of
Cardiology, 79(17), 1717-1756.
https://dx.doi.org/10.1016/j.jacc.2022.02.003
Herrera-García, J. C., Arellano-Montellano, E. I., Juárez-González, L. I.,
& Contreras-Andrade, R. I. (2020). Persistencia de síntomas en
pacientes después de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) en
un hospital de tercer nivel de Puebla, México. Medicina Interna de
México, 36(6), 789-793. https://dx.doi.org/10.24245/mim.
v36i6.4581
Herrera-García, J. C., Arellano-Montellano, E. I., Nuche-Salazar, N. P.,
Acosta-Sánchez, H., Téllez-Bautista, M., Enciso-Figueroa, G.,
Balandrano-Trujillo, T. de J., & Delabra-Navarro, F. (2022).
Síndrome inflamatorio multisistémico del adulto post-COVID-19.
Medicina Interna Mexico, 38(2), 471-475.
https://dx.doi.org/10.24245/mim.v38i2.6967
Higgins, V., Sohaei, D., Diamandis, E. P., & Prassas, I. (2020). COVID-
19: from an acute to chronic disease? Potential long-term health
consequences. Critical Reviews in Clinical Laboratory Sciences,
58(5), 297-310. https://dx.doi.org/10.1080/10408363.2020.1860895
Khunti, K., Davies, M. J., Kosiborod, M. N., & Nauck, M. A. (2021).
Long COVID metabolic risk factors and novel therapeutic
management. Nature Reviews Endocrinology, 17, 379-380.
https://dx.doi.org/10.1038/s41574-021-00495-0
Mandal, S., Barnett, J., Brill, S. E., Brown, J. S., Denneny, E. K., Hare,
S. S., Heightman, M., Hillman, T. E., Jacob, J., Jarvis, H. C., Lipman,
M. C. I., Naidu, S. B., Nair, A., Porter, J. C., Tomlinson, G. S., Hurst,
J. R., & ARC Study Group. (2021). 'Long-COVID': a cross-sectional
study of persisting symptoms, biomarker and imaging abnormalities
following hospitalisation for COVID-19. Thorax, 76(4), 396-398.
https://dx.doi.org/10.1136/thoraxjnl-2020-215818
Mantovani, E., Mariotto, S., Gabbiani, D., Dorelli, G., Bozzetti, S.,
Federico, A., Zanzoni, S., Girelli, D., Crisafulli, E., Ferrari, S., &
Tamburin, S. (2021). Chronic fatigue syndrome: an emerging
sequela in COVID-19 survivors? Journal of NeuroVirology, 27, 631-
637. https://dx.doi.org/10.1007/s13365-021-01002-x
Mendelson, M., Nel, J., Blumberg, L., Madhi, S. A., Dryden, M., Stevens,
W., & Venter, F. W. D. (2020). Long-COVID: an evolving problem
with an extensive impact. South African Medical Journal, 111(1),
10-12. https://dx.doi.org/10.7196/SAMJ.2020.v111i11.15433
Michelen, M., Manoharan, L., Elkheir, N., Cheng, V., Dagens, A., Hastie,
C., O'Hara, M., Suett, J., Dahmash, D., Bugaeva, P., Rigby, I.,
Munblit, D., Harriss, E., Burls, A., Foote, C., Scott, J., Carson, G.,
Olliaro, P., Sigfrid, L., & Stavropoulou, C. (2021). Characterising
long COVID: a living systematic review. BMJ Global Health, 6(9),
1-12. https://dx.doi.org/10.1136/bmjgh-2021-005427
Mitrani, M. A., Bellio, M. A., Meglin, A., Khan, A., Xu, X., Haskell, G.,
Arango, A., & Shapiro, G. C. (2021). Treatment of a COVID19 long
hauler with an amniotic fluid-derived extracellar vesicel biologic.
Respiratory Medicine Case Reports, 34, 1-4.
https://dx.doi.org/10.1016/j.rmcr.2021.101502
Mohamed, M. O., & Banerjee, A. (2022). Long COVID and
cardiovascular disease: a learning health system approach. Nature
Reviews Cardiology, 19, 287-288.
https://dx.doi.org/10.1038/s41569-022-00697-7
National Center for Health Statistics. (2022, 22 de junio). Nearly one in
five American adults who have had COVID-19 still have "Long
COVID". Centers for Disease Control and Prevention.
https://www.cdc.gov/nchs/pressroom/nchs_press_releases/2022/20
220622.htm
National Institute for Health and Care Excellence [NICE], Scottish
Intercollegiate Guidelines Network [SIGN], & Royal College of
General Practitioners [RCGP]. (2022). COVID-19 rapid guideline:
managing the long-term effects of COVID-19.
https://www.nice.org.uk/guidance/ng188/resources/covid19-rapid-
guideline-managing-the-longterm-effects-of-covid19-pdf-
51035515742
Office for National Statistics. Prevalence of ongoing symptoms
following coronavirus (COVID-19) infection in the UK: 7 July 2022.
(2022, 7 de julio).
https://www.ons.gov.uk/peoplepopulationandcommunity/healthand
socialcare/conditionsanddiseases/bulletins/prevalenceofongoingsy
mptomsfollowingcoronaviruscovid19infectionintheuk/7july2022
Organización Mundial de la Salud [OMS]. (2021, 16 de diciembre).
Coronavirus disease (COVID-19): Post COVID-19 condition.
https://www.who.int/news-room/questions-and-
answers/item/coronavirus-disease-(covid-19)-post-covid-19-
condition
C. Álvarez, et al.
INNOVARE Revista de Ciencia y Tecnología Vol. 11, No. 3, 2022
8
Organización Mundial de la Salud [OMS]. (2022). Coronavirus disease
(COVID-19) pandemic.
https://www.who.int/europe/emergencies/situations/covid-19
Oronsky, B., Larson, C., Hammond, T. C., Oronsky, A., Kesari, S.,
Lybeck, M., & Reid, T. R. (2021). A review of Persistent Post-
COVID Syndrome (PPCS). Clinical Reviews in Allergy &
Immunology. https://dx.doi.org/10.1007/s12016-021-08848-3
Paul, B. D., Lemle, M. D., Komaroff, A. L., & Snyder, S. H. (2021).
Redox imbalance links COVID-19 and myalgic
encephalomyelitis/chronic fatigue syndrome. Proceedings of the
National Academy of Sciences, 118(34). 1-10.
https://dx.doi.org/10.1073/pnas.2024358118
Pérez Hernández, C. (2021). Encefalitis miálgica o síndrome de fatiga
crónica: implicaciones para su abordaje desde las unidades. Revista
de la Sociedad Española del Dolor, 28(5), 250-251.
https://dx.doi.org/10.20986/resed.2021.3960/2021
Phetsouphanh, C., Darley, D. R., Wilson, D. B., Howe, A., Ling Munier,
C. M., Patel, S. K., Juno, J. A., Burrell, L. M., Kent, S. J., Dore, G.
J., Kelleher, A. D., & Matthews, G. V. (2022). Immunological
dysfunction persists for 8 months following initial mild-to-moderate
SARS-CoV-2 infection. Nature Immunology, 23(2), 210-216.
https://dx.doi.org/10.1038/s41590-021-01113-x
Poenaru, S., Abdallah, S. J., Corrales-Medina, V., & Cowan, J. (2021).
COVID-19 and post-infectious myalgic encephalomyelitis/chronic
fatigue syndrome: a narrative review. Therapeutic Advances in
Infectious Disease, 8.
https://dx.doi.org/10.1177/20499361211009385
Pretorius, E., Vlok, M., Venter, C., Bezuidenhout, J. A., Laubscher, G.
J., Steenkamp, J., & Kell, D. B. (2021). Persistent clotting protein
pathology in Long COVID/Post-Acute Sequelae of COVID-19
(PASC) is accompanied by increased levels of
antiplasmin. Cardiovascular Diabetology, 20(1), 172.
https://dx.doi.org/10.1186/s12933-021-01359-7
Qanneta, R. (2022). Long COVID-19 and myalgic
encephalomyelitis/chronic fatigue syndrome: Similarities and
differences of two peas in a pod. Reumatología Clínica. 18(10), 626-
627. https://dx.doi.org/10.1016/j.reuma.2022.05.003
Rasa, S., Nora-Krukle, Z., Henning, N., Eliassen, E., Shikova, E., Harrer,
T., Scheibenbogen, C., Murovska, M., & Prusty, B. K. (2018).
Chronic viral infections in myalgic encephalomyelitis/chronic
fatigue syndrome (ME/CFS). Journal of Translational Medicine, 16.
1-25. https://dx.doi.org/10.1186/s12967-018-1644-y
Raveendran, A., Jayadevan, R., & Sashidharan, S. (2021). Long COVID:
an overview. Diabetes & Metabolic Syndrome: Clinical Research &
Reviews, 15(3), 869-875.
https://dx.doi.org/10.1016/j.dsx.2021.04.007
Silva Andrade, B., Siqueira, S., de Assis Soares, W. R., de Souza Rangel,
F., Santos, N. O., dos Santos Freitas, A., Ribeiro da Silveira, P.,
Tiwari, S., Alzahrani, K. J., Góes-Neto, A., Azevedo, V., Ghosh, P.,
& Barh, D. (2021). Long-COVID and Post-COVID health
complications: an up-to-date review on clinical conditions and their
possible molecular mechanisms. Viruses, 13(4), 1-24.
https://dx.doi.org/10.3390/v13040700
Steele, R. W., & Brusch, J. L. (2022). Long Coronavirus 2019
(COVID19). Medscape.
https://emedicine.medscape.com/article/2500143-overview
Taribagil, P., Creer, D., & Tahir, H. (2021). 'Long COVID'
syndrome. BMJ Case Reports, 14(4), 1-3.
https://doi.org/10.1136/bcr-2020-241485
Venkatesan, P. (2021). NICE guideline on long COVID. The Lancet.
Respiratory medicine, 9(2), 129. https://dx.doi.org/10.1016/S2213-
2600(21)00031-X
Wong, T. L., & Weitzer, D. J. (2021). Long COVID and Myalgic
Encephalomyelitis/Chronic Fatigue Syndrome (ME/CFS)A
systemic review and comparison of clinical presentation and
symptomatology. Medicina, 57(5), 1-14.
https://dx.doi.org/10.3390/medicina57050418
Xie, Y., Xu, E., Bowe, B., & Al-Aly, Z. (2022). Long-term
cardiovascular outcomes of COVID-19. Nature Medicine, 28, 583-
590. https://dx.doi.org/10.1038/s41591-022-01689-3
Yong, S. J. (2021). Long COVID or post-COVID-19 syndrome: putative
pathophysiology, risk factors, and treatments. Infectious Diseases,
53(10). 737-754. http://dx.doi.org/10.1080/23744235.2021.1924397
189